¿Sería atrevido afirmar que un niño que estudia música está desarrollando al mismo tiempo sus competencias de liderazgo? ¿Que esta formación puede ayudarle a ser un excelente directivo o un dirigente del futuro? O simplemente, que no es poco, ¿le ayudarán estos conocimientos a dirigir con mayor lucidez el proyecto de su propia vida?
Que la música aumenta las conexiones neurológicas entre los dos hemisferios cerebrales es algo comprobado en múltiples estudios científicos a través de pruebas como la resonancia magnética. Cuando un niño estudia música su cerebro se pone a trabajar desmesuradamente involucrando actividades difíciles de compaginar, como razón y emoción.
En este complejo sistema el hemisferio izquierdo, que define la actividad de la parte derecha del cuerpo, se encarga de las funciones verbales, el razonamiento, el pensamiento analítico, el lenguaje hablado y escrito, las habilidades científicas y numéricas… y el hemisferio derecho, responsable de la parte izquierda del cuerpo impacta en competencias como la intuición, la imaginación, la visualización, el sentido holístico, artístico y musical, la percepción tridimensional, el lenguaje no verbal y las emociones.
En medio de ambos hemisferios se encuentra el “cuerpo calloso”, la carretera de comunicación donde la actividad de ambos se intercambia. Fascinante ¿verdad?
Cuando un niño comienza a estudiar música y a descubrir su lenguaje, tanto escrito como no verbal, el cerebro comienza a entrelazar habilidades sociales, emocionales, motoras, visuales, auditivas…desarrollando la imaginación, la memoria, la concentración y la agilidad mental. Las áreas claves del cerebro involucradas en el control y la ejecución de movimientos se ponen en marcha y se comienzan a construir conexiones neuronales nuevas, muchas de ellas quedan grabadas de por vida en la persona. (Puedes perder agilidad pero la técnica está en la cabeza, decía mi Maestro de piano).
Muchos científicos sugieren que el poder de la música surge de su capacidad para conectar razón y emoción. Al mismo tiempo libera dopamina, una de las hormonas relacionadas con la felicidad y el placer…y si las personas felices son más productivas… que vayan tomando nota las empresas.
Esta hiperactividad cerebral facilita por ejemplo, el hecho de ser capaz de anticipar acciones o errores, la intuición. Una interesante capacidad o sentido, también para las empresas y directivos, que trae a mi memoria momentos imborrables.
Recuerdo en las clases de piano con mi Maestro, y lo escribo con mayúscula, José Ferrándiz, yo tocaba preocupadamente intentando evitar errores técnicos, hablando claro, rozar teclas que no eran, y muchas veces cuando me precipitaba al vacío del error, es decir, simplemente dirigía mi dedo a una tecla equivocada, Ferrándiz ya tenía colocada su mano bloqueando la tecla de forma que esta tecla no bajara con la presión de mi dedo. Y así yo me detenía y preguntaba…pero ¿cómo sabías que iba a equivocarme justo ahí?. Magia, me respondía…
En próximos post continuaré profundizando sobre música y liderazgo, uno de los temas que más me apasionan, fruto del cuál nació Arts for Leadership , metodología que creé en 2009, donde, con la ayuda de especialistas de diversas disciplinas trabajamos en las sinergias entre arte y liderazgo, enfocando nuestras actividades de formación en el desarrollo de competencias.
La música, una de las pocas disciplinas donde no hay profesores y alumnos, sino Maestros y discípulos, donde, todos los que formamos parte de ella, añadimos en nuestros currículums musicales el nombre de nuestros mentores. Como si de un árbol genealógico se tratara, un árbol donde emoción y razón se dan la mano, un árbol que nos cobija y cuyas raíces forman parte insustituible de nuestra esencia.
Me ha encantado Lurdes!!! Gracias y un fuerte abrazo
Gracias a ti Raquel!
La música como otros artes, son disciplinas de tercera en los colegios, y en los institutos practicamente inexistentes, ¡qué desgracia!.
Sí se profundizara mucho más (con mentalidad del sigloXXI), y las autoridades y gobiernos fueran conscientes de la necesidad de ellas como enseñanza de vida tal y cómo tú lo haces, seguro que ayudaría a las futuras generaciones a ser más felices y más libres.
Bien hecho, Lourdes
Precisamente eso me planteaba el otro día, preguntado a mi hija con avidez sobre poemas (maravillosos) de Rubén Darío y Machado. ¿Dónde quedan nuestro Albéniz, Falla, Granados, Turina o …Tomás Luis de Victoria?. Propongo unificar música y literatura en los colegios. Un fuerte abrazo Pilar